Plan B...

“…Y pensar que faltan cuatro malditos y eternos años para terminar el cuarto medio”, era lo primero que se me venia a la mente cuando entraba a primero medio .Ahora, a un año de terminar de llamarme “estudiante” me doy cuenta de cómo pasó el tiempo y yo lo desaproveche.

Pero algo he madurado...

Para mí, cada año es o era como un castigo. Apestado de presiones de pruebas, trabajos y tareas (que por lo común no las hacia) pero que para mi no era una cosa de mayor interés. Nunca me ha interesado tener buenas o malas notas. Veo como mis compañeros sufren por una nota, yo ni me inmuto. Es mas; si alguno de estos años una mala nota hizo sentirme algo, solamente fue risa. Así de desinteresado y flojo soy, o era, por lo menos.
...Pero llego el día en que un boludo tuvo la genial idea de decirme: “oye, y si fracasas en tu proyecto del fútbol, ¿Qué vas hacer?, mmm...no se –le dije-.Desde esa maldita pregunta (que nunca antes yo me la había hecho) empecé a tomar conciencia y a preguntarme a mi mismo: y si fracasas, ¿Qué vas hacer?, estudiar, ni en broma. Ni la menor idea tenia.
Las voces de la sabiduría me decían:...un plan B..., pero ¿Qué plan B?...
La gente me insistía en que estudiara, pero no tengo cabeza para estudiar .También se me venia a la memoria las palabras del viejo Cabral: “aquel que trabaja en lo que no ama, por mucho que lo haga, va ser siempre un desempleado”.Me quedo con eso.

Un día estando en mi pieza, o viendo TV, no se, no recuerdo, pensaba en el ejercito, en levantarse temprano, seguir ordenes, pelear en guerras, sacarse la cresta, y todo eso, todo ahí dentro...en el ejercito. Desde ese día ser militar no se me ha quitado de la cabeza. Que curioso ¿no?, odio seguir ordenes de los profesores (por lo común, no los pesco), odio levantarme temprano, pero siento que nací para el ejercito.
La respuesta a mi pregunta ¿que plan B? ya esta en mi cabeza: el ejercito
Tengo 16 años, aun estoy muy enano para pensar en ser milico y/o general del ejercito, pero dicen que a esta edad ya tienes que tener decidido el rumbo de tu vida.
En eso estoy, planificando el resto de mis días. Tampoco pretendo ser un vago. De algo tengo que alimentarme y darle a mis hijos el día de mañana ¿cierto?.